ESTAR SATISFECHO

por Nov 10, 2025

Tiempo de lectura 3 minutos

Texto base: Isaías 55:1-2

Cada uno de nosotros llega, tarde o temprano, a un punto de decisión espiritual: una encrucijada en la que debemos elegir qué buscamos para llenar nuestro corazón. Isaías 55:1-2 nos invita a reflexionar sobre qué estamos consumiendo espiritualmente y si realmente nos está saciando. Dios nos llama a venir a Él, a recibir gratuitamente aquello que verdaderamente alimenta el alma.

 La generosa invitación de Dios

Romanos 10:13 / Romanos 6:23

La Escritura nos recuerda que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. La invitación de Dios es abierta, amplia, misericordiosa y llena de amor. No importa de dónde vengas, lo que hayas hecho o cuánto hayas fallado: Dios te espera.

Romanos 6:23 nos revela el contraste: el pecado ofrece un pago, la muerte; pero Dios ofrece un regalo, vida eterna en Cristo Jesús. No es una transacción, es una dádiva. No se compra, se recibe.

Preguntas para meditar:

  • ¿Estoy intentando “comprar” mi paz con mis propias fuerzas?
  • ¿Estoy recibiendo la gracia como regalo o sigo creyendo que tengo que ganarla?

 La pregunta misericordiosa de Dios

Jeremías 2

En Jeremías 2, Dios hace una pregunta profunda y penetrante:
“¿Qué injusticia hallaron en mí tus padres, para que se alejaran?”

Dios no pregunta para condenar, sino para confrontar con amor.
Nos invita a examinar el corazón: ¿Qué nos está alejando? ¿Qué fuentes estamos bebiendo? El Señor dice que su pueblo dejó la fuente de agua viva para cavar cisternas rotas que no retienen agua.


Muchas veces buscamos satisfacción en lo pasajero: logros, reconocimiento, relaciones, entretenimiento. Pero nada de eso sacia el alma. Dios nos pregunta hoy —con ternura—:
“¿Por qué insistes en beber de aguas que no calman tu sed?”

 La dirección misericordiosa de Dios

Juan 6:16 / Salmo 16:11 / Salmo 42

Cuando Jesús habló del pan de vida, ofreció dirección: “El que viene a mí, nunca tendrá hambre…”
Dios no sólo señala nuestro vacío, nos guía hacia la verdadera plenitud.

  • Salmo 16:11 nos asegura que en su presencia hay plenitud de gozo.
  • Salmo 42 nos recuerda que el alma sedienta encuentra descanso solo en Dios.
  • Jesús en Juan 6 es el alimento que permanece, la provisión estable, el descanso permanente.



Lo que Dios nos ofrece no es solo alivio momentáneo, sino una satisfacción eterna.

Oración 

Padre amado, gracias por invitarme a tu mesa sin condición.
Perdóname por buscar saciar mi alma en lugares donde no hay vida.
Hoy decido volver a Ti, la fuente de agua viva.
Haz que mi corazón halle descanso en Tu presencia y que Tú seas mi satisfacción completa.
En el nombre de Jesús, Amén.

Atentamente, Pastor David Gold

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Share This