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- En nuestra travesía por esta vida, recordemos que Dios cumple Su propósito en cada uno de nosotros en Su tiempo perfecto. Es fundamental dedicar tiempo a lo esencial a medida que la vida evoluciona y redefine sus prioridades. Salomón, en su sabiduría, nos aconseja no apresurarnos, sino disfrutar cada momento valioso, especialmente con nuestra familia.
En la crianza de nuestros hijos, enseñarles el temor de Dios se convierte en una tarea crucial, y la mejor manera de lograrlo es a través de nuestro propio ejemplo. En un mundo lleno de afanes, a menudo nos esforzamos por proveer comodidades materiales, pero la Biblia nos recuerda que también hay un tiempo para descansar.
Recuerda que Dios te ha capacitado para un propósito específico; tus dones y talentos están diseñados para iluminar tu entorno. Cuando entregamos nuestros anhelos a Dios, Él se encarga de bendecirnos abundantemente.
- Los propósitos de Dios superan cualquier plan que podamos trazar por nosotros mismos. Vivir conforme a la voluntad divina abrirá puertas, al igual que hizo con el Mar Rojo. Aunque Dios cumplirá Su propósito en nuestras vidas, es esencial tener sueños y anhelos. El matrimonio, concebido por Dios, nos insta a colocar nuestros anhelos delante de Él, cubriéndolos con oración y reconociendo los dones y talentos que nos ha otorgado según Su diseño.
En todo lo que emprendamos, recordemos hacerlo por amor, siguiendo el ejemplo del Señor. Al activar nuestra fe, conectamos con el propósito de Dios, encontrando satisfacción y siendo una bendición para los demás. Aunque el cansancio nos asalte, no dejemos de servir al Señor.
- Pon tu vida al servicio de Dios, reconociendo tus limitaciones pero recordando que Él te capacita. Permanece fiel y realiza tus tareas con excelencia para el Señor.
Con amor y bendiciones, Pastor Guillermo Ayala.
Eclesiastés 3:1-14
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