Disfrutando la Vida Diaria

por Nov 27, 2023

Tiempo de lectura estimado: 4 minutos.

1. En cada etapa de la vida, surge un momento designado, y nuestra tarea principal es abrazar la alegría. Salomón, en su sabiduría, nos revela que no hay mayor dicha que regocijarse; el amor, primer fruto del Espíritu, es seguido de cerca por el gozo. No obstante, para experimentar plenamente este amor y mantener una conexión profunda con Dios, debemos permitir que Él sea el único que colme nuestras vidas.

El primer mandamiento bíblico nos insta a amar al Señor con todo nuestro ser: corazón, mente y fuerzas. En Cristo, encontramos la fuente de nuestra esperanza y aprendemos a amarnos a nosotros mismos; por tanto, es esencial buscar un equilibrio armonioso en nuestra vida.

A menudo, nos encontramos insatisfechos con aspectos de nuestro cuerpo o apariencia, revelando un desafío en aceptarnos a nosotros mismos. En ocasiones, somos demasiado críticos con nosotros mismos, pero descubrimos que la verdadera alegría y gozo provienen al amar la vida, servir a los demás y permitir que esta actitud nos llene de felicidad.

Es imperativo encontrar deleite en nuestras acciones diarias y perseverar en ello. Nada supera la satisfacción de disfrutar de las bendiciones mientras nos regocijamos bajo el sol. No permitas que el enemigo te prive de la alegría, ya que su misión es robar, matar y destruir; sin embargo, Jesús vino para que vivamos una vida plena y abundante.

Un corazón alegre actúa como un bálsamo para nuestras almas; experimentar la alegría y la felicidad se convierte en medicina para nuestro ser, permitiéndonos saborear cada día con mayor plenitud. Separarnos de nuestra vida espiritual y cotidiana a menudo es un error que debemos evitar.

2. El mejor modo de comenzar cada día es expresando gratitud a Dios. En el libro de Eclesiastés, se nos enseña a temer al Señor y a cumplir Su voluntad. Padres, busquemos la voluntad de Dios; hijos, obedezcamos a nuestros padres. Al criar a nuestros hijos en la disciplina divina, presenciaremos cómo cada etapa de sus vidas se llena de gozo. Elevo mis oraciones incluso por la idoneidad de sus hijos en cada fase de su desarrollo.

Temer a Dios y obedecerlo nos aparta de la corriente del mundo, transformando nuestras vidas en cualquier lugar que vayamos. La bendición divina siempre nos alcanzará.

Atentamente, Pastor Guillermo Ayala.

Referencias bíblicas:

  •  Eclesiastés 3:12-13, 15
  • Juan 10:10
  •  Proverbios 17:22

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