Tiempo de lectura estimado: 3 minutos.
1. Obra transformadora del Espíritu Santo:
El Espíritu Santo trabaja en nuestras vidas guiándonos, enseñándonos y capacitándonos para producir frutos. Su deseo es que crezcamos en todas las áreas, y en este proceso de crecimiento espiritual, Él intercede por nosotros (Romanos 8:26-27; Juan 14:26).
2. Conexión vital para dar frutos del Espíritu:
Juan 15:4 nos enseña que, al no estar conectados a la fuente de vida, comenzamos a marchitarnos. Es esencial permanecer unidos al cuerpo de Cristo para poder dar frutos del Espíritu. El primer fruto que Él produce en nosotros es el amor (Juan 15:4; Gálatas 5:22-26).
3. El amor ágape en acción:
El amor ágape se caracteriza por ser un amor en acción, como se describe en 1 Corintios 13. Este tipo de amor implica cariño, buena voluntad y benevolencia, y siempre se demuestra a través de nuestras acciones. Al comprometernos con Dios, seguimos el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, quien tomó la decisión más importante en la cruz (Romanos 5:8).
4. Los frutos del Espíritu van más allá de los sentimientos:
Es importante recordar que los frutos del Espíritu van más allá de los sentimientos. Los sentimientos pueden ser volátiles y traicioneros, por lo que no debemos depositar nuestra confianza en ellos. Más bien, debemos seguir la guía del Espíritu Santo en nuestras vidas, como se nos recuerda en Gálatas 5:22-26 y Efesios 4:30.
Atentamente, Pastor Guillermo Ayala
Versículos Bíblicos:
Gálatas 5:22-26
Efesios 4:30
Romanos 8:14
Juan 14:26
Romanos 8:26-27
Juan 15:4
0 comentarios