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La oración es una de las herramientas más poderosas que Dios nos ha dado. A través de ella, nos conectamos con nuestro Padre Celestial, expresamos nuestras necesidades, y alineamos nuestros corazones con Su voluntad. Este devocional se enfoca en el poder transformador de la oración, dividido en tres aspectos clave.
1. Pide con Fe (Mateo 7:7, Mateo 21:21)
Jesús nos invita a pedir con confianza y a creer en el poder de nuestras peticiones. En Mateo 7:7, se nos asegura: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.” Este versículo nos recuerda que Dios está dispuesto a escuchar nuestras peticiones y responderlas según Su perfecta voluntad.
En Mateo 21:21, Jesús destaca la importancia de la fe en la oración: “De cierto os digo que si tuviereis fe y no dudareis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.” La fe es esencial al pedir, ya que refleja nuestra confianza en el poder y la bondad de Dios.
2. Busca Su Rostro (Jeremías 29:13, Salmo 24:6)
Buscar el rostro de Dios significa anhelar Su presencia, desear estar cerca de Él y conocer Su voluntad. Jeremías 29:13 dice: “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” Este versículo nos invita a una búsqueda sincera y apasionada de Dios, asegurándonos que si lo hacemos de corazón, Él se dejará encontrar.
El Salmo 24:6 describe a aquellos que buscan a Dios como “la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.” Buscar a Dios no es un simple acto ritual, sino una búsqueda continua de Su presencia en nuestras vidas.
3. Llama e Intercede por Otros (Romanos 8:34, Ezequiel 22:30)
La oración no solo es para nuestras propias necesidades, sino también para interceder por los demás. Romanos 8:34 nos recuerda que Cristo mismo intercede por nosotros: “Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” Siguiendo Su ejemplo, estamos llamados a orar por nuestros hermanos y hermanas en Cristo.
En Ezequiel 22:30, Dios busca a alguien que se ponga “en la brecha” para interceder por Su pueblo: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.” Esto nos llama a ser intercesores, a orar fervientemente por las necesidades de otros y por la intervención de Dios en sus vidas.
La oración es una herramienta poderosa que Dios nos ha dado para conectarnos con Él, buscar Su presencia, y orar por las necesidades de otros. Que estos versículos y
reflexiones te motivan a fortalecer tu vida de oración y a experimentar el poder de Dios en todas las áreas de tu vida.
Atentamente Pastor Guillermo Ayala
Versículos base:
Mateo 7:7, Mateo 21:21
Jeremías 29:13
Salmo 24:6
Romanos 8:34
Ezequiel 22:30
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