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Cuando emprendemos el viaje a través del libro de Romanos, trazamos un camino en el mapa de la verdad divina con varias paradas significativas. A lo largo de este trayecto, Dios nos habla acerca de la salvación y nos muestra cómo el cielo puede ser nuestro destino eterno. Amén.

1. Nuestra primera parada se encuentra en Romanos 3:10-18 y nos confronta con una realidad desafiante: no hay quien busque a Dios ni entienda su camino. Todos hemos errado y el temor de Dios a menudo se encuentra ausente en nuestras vidas. Esta carencia es la raíz de nuestra incapacidad para comprender plenamente la santidad y justicia de Dios. Nuestra naturaleza terrenal y pecaminosa nos impide alcanzar la santidad divina por nuestros propios medios. Necesitamos un cambio de perspectiva, una comprensión más profunda de la santidad de Dios y un reconocimiento de nuestra dependencia de Él.

2. Nuestra segunda parada se encuentra en Romanos 3:23, donde se nos recuerda que todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios. Esta verdad revela que, tanto por naturaleza como por elección, todos somos culpables ante Dios. El pecado se manifiesta en cada pensamiento, palabra y acción que no alcanza la perfección requerida por Dios. Reconocemos nuestras fallas y comprendemos que nuestros corazones a menudo se inclinan hacia la oscuridad, el mal y la maldad.

3. La tercera parada, Romanos 5:6-8, plantea una pregunta crucial: ¿Dios nos ama a pesar de nuestras faltas? La respuesta es un asombroso sí. A pesar de nuestra condición de pecadores merecedores de muerte e ira, pero Cristo murió por nosotros cuando éramos débiles y pecadores. Él vivió una vida perfecta en santidad y justicia, y ofreció su vida en sacrificio por nosotros. Esta gracia y misericordia son nuestra única esperanza. Para recibir el perdón y la redención, debemos arrepentirnos de nuestros pecados y confiar en Él.

4. Nuestra cuarta parada se halla en Romanos 8:1, donde se nos asegura que no hay condenación para aquellos que están en Cristo Jesús. Estar en Cristo significa vivir en paz con Dios bajo su gracia, en lugar de enfrentar su ira. Esta es una noticia extraordinaria para todos los que tienen una relación con Cristo y disfrutan de su paz.

5. Nuestra quinta parada se encuentra en Romanos 10:9-13, donde se nos insta a confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor y a creer en nuestro corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos. Como respuesta a toda la gracia y misericordia que hemos recibido, debemos recibir a Jesús, confiar en Él y entregarle nuestras vidas por completo. La fe en Él nos redime de nuestros pecados y nos viste con su justicia, asegurando nuestra salvación.

En este viaje a través de Romanos, somos guiados por las Escrituras y el Espíritu Santo, recordando que la salvación es un regalo divino que recibimos por la gracia a través de la fe. Que este recorrido fortalezca nuestra fe y nos lleve a una relación más profunda con nuestro Salvador.

Pastor David Gold.

• Romanos 8:3
• Romanos 15:17-18
• Romanos 5:6-8
• Romanos 6:23
• Romanos 10:9