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Versículo Base: «Pero Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel. Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.» – Hechos 8:3-4
- La iglesia predicaba, pero la oposición se hace más fuerte: En los versículos que leemos en Hechos 8, vemos cómo la iglesia primitiva enfrentaba una gran oposición. Saulo, antes de su conversión, perseguía ferozmente a los cristianos. A pesar de esto, la iglesia no dejó de predicar. Este hecho nos recuerda que cuando nos encontramos con oposición en nuestra fe, debemos permanecer firmes y continuar compartiendo el mensaje de Cristo. La oposición puede ser una señal de que estamos en el camino correcto y puede fortalecer nuestra resolución y fe.
- A mayor persecución se expande más el evangelio: La persecución llevó a que los creyentes se dispersaran por distintas regiones, y con ellos llevaron el evangelio. Esta expansión del mensaje de Cristo no se dio a pesar de la persecución, sino gracias a ella. Dios puede usar incluso las circunstancias más adversas para cumplir Su propósito. Esto nos anima a ver las dificultades no como obstáculos insuperables, sino como oportunidades para el avance del Reino de Dios.
- El poder de Dios es para testificar: En Hechos 8:6-8, vemos cómo Felipe, lleno del Espíritu Santo, realizó señales y milagros en Samaria, lo cual llevó a muchos a la fe. El poder de Dios se manifiesta no sólo para nuestra edificación personal, sino para que testifiquemos de Su grandeza y atraigamos a otros hacia Él. Cada don y milagro es una herramienta para proclamar el evangelio y mostrar el amor de Dios al mundo.
- Sé sensible a la voz del Espíritu Santo en los momentos o encuentros divinos: En Hechos 8:26, un ángel del Señor le habla a Felipe y le da instrucciones específicas sobre dónde ir. Felipe obedeció sin cuestionar y esto llevó al encuentro con el eunuco etíope, quien recibió el evangelio y fue bautizado. Debemos estar atentos y sensibles a la dirección del Espíritu Santo. Dios nos guía a situaciones y personas específicas para que compartamos Su amor y verdad. Es crucial estar dispuestos y preparados para actuar según su guía.
- Dios usa personas comunes y sencillas para predicar: Felipe no era uno de los apóstoles más destacados, pero Dios lo usó poderosamente. Esto nos enseña que Dios no busca solo a los más elocuentes o a los más conocidos, sino que usa a personas comunes y sencillas que están dispuestas a ser usadas por Él. Cada uno de nosotros puede ser un instrumento en las manos de Dios, sin importar nuestro trasfondo o habilidades aparentes. Lo que importa es nuestra disposición y obediencia.
Atentamente , Pastor Guillermo Ayala.
Versículo Bíblico:
Hecho 8:3-26
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