HASTA LO ÚLTIMO DE LA TIERRA – SEMANA 3

por Jun 10, 2024

Tiempo de lectura 3 minutos

Hch. 4; 5:1-11

En este día seguimos con nuestra Serie Hasta lo Último de la Tierra en nuestra tercera semana y hoy

vamos a ver cómo es que a medida que el Reino de Dios avanza, cómo la Iglesia avanza, ocurrirán

desafíos externos e internos dentro de la misma.

1. Bajo el poder del Espíritu Santo debemos predicar y orar por sanidades y milagros

Mientras los discípulos continúan predicando el evangelio y realizando milagros, Satanás se

apresura a lanzar su contraataque. La persecución desde el exterior comienza a ocurrir.

Pedro y Juan son encarcelados por predicar (4:1–4). Sin embargo, los dos apóstoles

aprovechan la situación para proclamar a Jesús a los líderes religiosos (4:8–20). Los líderes

no saben cómo castigarlos, así que simplemente les advierten que dejen de predicar y los

liberen (4:21-22).

2. Debes esperar oposición y persecución cuando decides servir a Dios

Después de su liberación, Pedro y Juan regresan con los otros creyentes, informan todo lo

que había sucedido y adoran a Dios (4:23–24). El miedo a la persecución no detuvo a la

iglesia. En cambio, se reunieron y oraron. Lo que oraron es muy interesante. A pesar de las

amenazas de más persecución, estos seguidores de Jesús no oraron por seguridad, sino

que pidieron a Dios la gracia y el poder para continuar hablando su Palabra con gran

valentía (4:29–30). Cuando te decidas a servir a Dios puede que el enemigo se quiere

levantar para estorbar tu servicio, pero confía Dios va contigo y te ayudará a vencer.

3. El diablo nos ataca con temores

Aunque la amenaza de persecución es mínima en Estados Unidos, el diablo nos ataca con

muchos otros temores. No podemos permitir que estos miedos nos detengan. Como

aquellos a quienes Dios ha llamado a ser sus testigos y continuar su misión, debemos

superar nuestros miedos y vivir con valentía para Dios. Debemos superar nuestros miedos

para experimentar la vida de Jesús y el gozo de su reino. 

Hechos 5:1–10 describe un acontecimiento trágico que tiene lugar en la iglesia primitiva. Un

matrimonio, Ananías y Safira, vendió algunas de sus propiedades. Se quedaron con parte

del dinero y dieron el resto a la iglesia. El problema fue el engaño. No estuvo mal quedarse

con parte del dinero de las ganancias. Su pecado fue mentir a los apóstoles, diciendo que

el dinero que dieron era todo de la venta. El versículo 2 dice que “retuvieron” parte del

dinero. “Retenido (del griego nosphizō) significa ‘dejar de lado para uno mismo, retener’ de

una manera secreta y deshonesta. Es una palabra poco común, que se usó también en la

Septuaginta en la historia de Acán (Josué 7:1), quien recibió una sentencia de muerte por

retener parte del botín de Hai que estaba dedicado a Dios” 

Satanás fue el instigador detrás del acto engañoso de la pareja. En lugar de estar marcados

por la llenura del Espíritu Santo que vemos a lo largo de Hechos, sus corazones fueron

llenos del diablo para mentirle al Espíritu Santo (5:3). De la misma manera, Satanás es el

tentador (Mateo 4:3; 1 Tesalonicenses 3:5) que viene contra nosotros para inducirnos a

pecar contra Dios y unos contra otros. Pero podemos vencer si nos sometemos a Dios y

resistimos al diablo (Santiago 4:7). Con cada tentación con la que Satanás busca

sabotearnos, Dios la limita y proporciona un medio de escape (1 Corintios 10:13).

4. Sométete a Dios y resiste al diablo

Santiago 4:7 nos da una forma como podemos nosotros vencer la tentación y los temores

que Satanás nos quiere poner, y dice: “Someteos pues a Dios, resistid al diablo y de

vosotros huirá” Resistir al diablo y vencer la tentación no se trata sólo de decir no sino

también de decir sí a la vida que Dios desea que vivamos. Pero no podrás tener autoridad

si primero no te sometes a Dios.  Someterse implica ponerse bajo las órdenes del Rey,

sujetarse a su dirección, aunque eso no es lo más cómo y placentero, obedecer su Palabra

y andar en pos de sus caminos, que tu corazón esté alineado con el de Dios.  

De tal manera que recuerda que cuando quieras disponerte a servir, a predicar a orar por

milagros y prodigios, Satanás intentará sabotear esa determinación que has tomado, querrá

ponerte miedos, temores, hacerte pensar que eres indigno o incapaz, solo puede usar el

engaño y la mentira, pero sométete a Dios, resiste al enemigo y tendrá que huir de tu vida.

Atentamente Pastor Guillermo Ayala.

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