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La iglesia de hoy enfrenta desafíos profundos que no podemos ignorar. Uno de los problemas más serios es la apatía espiritual. Nos encontramos en medio de rutinas y cansancio que poco a poco nos desconectan de Dios. Además, nuestras iglesias locales luchan con la falta de discipulado efectivo, dejando a los creyentes sin una base sólida para crecer en su fe. Finalmente, todo esto señala una verdad: necesitamos desesperadamente a Cristo. Solo en Él encontramos descanso y renovación.
1. Apatía Espiritual: Cansancio, Monotonía y la Rutina que Nos Desconecta de Dios
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Mateo 11:28
El agotamiento físico y espiritual puede alejarnos del propósito de Dios. Las actividades diarias, la rutina y la falta de renovación espiritual nos sumergen en una apatía que enfría nuestro amor por Dios. Nos encontramos yendo a la iglesia sin entusiasmo, leyendo la Biblia sin escuchar la voz de Dios.
Pero Jesús nos invita a algo más profundo. Él dice: «Venid a mí». Es en su presencia donde encontramos el verdadero descanso. No es el descanso físico, sino el descanso para nuestra alma, un descanso que renueva nuestro espíritu y nos reconecta con nuestro Creador.
Cuando el cansancio y la rutina intenten desconectarte de Dios, acércate más a Él. No te apartes. Su promesa es descanso para tu alma, un descanso que el mundo no puede ofrecer.
2. La Iglesia Local Tiene un Problema de Discipulado: Pon Tu Mirada en Dios.
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2
Otro problema crítico que enfrentan nuestras iglesias locales es la falta de discipulado. En muchas congregaciones, el discipulado se ha convertido en algo superficial, sin profundidad ni transformación real. Como resultado, los creyentes no están equipados para enfrentar las dificultades de la vida y terminan desviándose fácilmente.
La clave para solucionar este problema está en poner nuestros ojos en Jesús. Él es el modelo perfecto de discipulado y el único que puede dirigir nuestros pasos con sabiduría y amor. No podemos discipular a otros si no hemos sido primero discípulos de Cristo. No pongamos nuestra mirada en los problemas humanos, sino en Aquel que sufrió por nosotros y nos dio la victoria.
El discipulado es vital para el crecimiento de la iglesia. Debemos enfocarnos en Jesús, el autor de nuestra fe, para poder guiar a otros en su caminar cristiano.
3. Necesitamos a Cristo y solo a Cristo : Nuestro Verdadero Descanso y Guía
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame. Lucas 9:23
Por último, la mayor verdad que debemos recordar es que necesitamos a Cristo. Solo en Él encontramos descanso, paz y dirección. Muchas veces intentamos llevar nuestras cargas por nuestra cuenta, pero Jesús nos llama a rendirlas ante Él. Nos invita a seguirle, a negarnos a nosotros mismos y tomar nuestra cruz.
Este llamado no es fácil, pero en Cristo encontramos todo lo que necesitamos para perseverar. Cuando seguimos a Jesús, negándonos a nosotros mismos, Él nos da descanso y nos equipa para enfrentar cada desafío con Su fortaleza.
Jesús no solo quiere aliviar nuestras cargas; quiere que le sigamos con todo el corazón. Necesitamos más de Cristo en nuestras vidas diarias, pues sólo en Él encontramos la paz que anhelamos y la guía para nuestras decisiones.
Atentamente Pastor Guillermo Ayala
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