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Lectura Bíblica: Isaías 9:6
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

En un mundo lleno de conflictos, ansiedad y caos, Isaías 9:6 nos recuerda la promesa de Dios: un Salvador, Jesús, quien vino para traer paz. Esta paz no es simplemente la ausencia de guerra o problemas, sino una paz profunda que nace de la reconciliación con Dios.

Jesús es el Príncipe de Paz porque vino a restaurar nuestra relación con el Padre, rompió las cadenas del pecado y venció la muerte. Su paz sobrepasa todo entendimiento y permanece en el corazón de quienes confían en Él, incluso en medio de las tormentas.

La paz que Jesús nos ofrece no se encuentra en las cosas materiales ni en las circunstancias externas, sino en su presencia constante. Él mismo dijo: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da» (Juan 14:27).

1. Busca la paz con Dios: A través de Jesús, tenemos acceso al perdón y a la vida eterna. Si aún no has entregado tu vida a Él, hoy es el momento.
2. Cultiva la paz interior: Dedica tiempo en oración y meditación en Su Palabra para llenar tu mente y corazón con su verdad.
3. Comparte la paz con otros: Como hijos de Dios, estamos llamados a ser pacificadores (Mateo 5:9). Extiende el amor de Cristo a quienes te rodean.

Oración

Señor Jesús, gracias por venir al mundo como el Príncipe de Paz. Te entrego mis ansiedades y temores, sabiendo que en Ti encuentro descanso. Ayúdame a ser un instrumento de tu paz en este mundo necesitado. Amén.

Atentamente Pastor Guillermo Ayala.