Primicia VS. Avaricia

por Ene 24, 2023

Tiempo estimado de lectura: 6 Minutos.

El libro de Proverbios nos enseña mucho de las posesiones materiales y nos enseña de la mayordomía que debemos ejercer sobre los bienes que Dios nos ha confiado.

Vamos a hablar sobre la vida ética del cristiano. Dios es la fuente de todo lo que tenemos, Dios te hizo a su imagen y semejanza, y todo lo que te ha dado proviene de él. 

La Biblia dice en el Salmos 24:  “de Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan”, así que todo es de Dios.

1)  La Palabra nos dice que es mejor la sabiduría que el oro, ¿para qué?, para la vida, para el diario vivir; por lo que debemos darle a Dios lo primero y lo mejor.

A medida que la vida pasa los valores van cambiando y  repentinamente lo que antes considerábamos de gran valor en realidad no es tan valioso como creíamos; nos dimos cuenta y ahora vemos que no debemos afanarnos tanto por algo, si en ello está en riesgo mi salud o la vida misma.

Dios sabe que tenemos problemas para manejar las cosas materiales y si nosotros nos dejamos gobernar por ellas el resultado no será el que esperamos o anhelamos y en definitiva el que Dios desea para nosotros; de ahí la importancia de esta enseñanza que nos afirma  que adquirir inteligencia vale más que la plata.

En la escuela nos enseñan muchas cosas, entre las que están las matemáticas, lenguaje y en general cosas que nos serán útiles en la vida; pero no hay escuelas donde se enseñe acerca de la sabiduría. La mayoría de las escuelas solo nos dan información pero la sabiduría es mucho más que información, la sabiduría viene de Dios y te va a llevar a tomar buenas decisiones que van a bendecir tu vida y la de aquellos a tu  alrededor.

El principio de la sabiduría es el temor a Dios. Muchas veces hacemos las cosas a nuestra manera y no nos resulta y ahí es cuando  decimos: “toma Señor, te lo entrego porque a mí no me resultó”.

La Biblia nos enseña  que confiemos en Dios. No debería importar  cuánto dinero podamos hacer en este mundo si al morir no podremos llevarnos. Lo que sí debería importarnos es lo que Dios ha prometido darnos cuando estemos con él en el cielo.  ¿Cuál es el objetivo de la vida si por lo que más trabajamos  se va a quedar? Los Proverbios nos enseña que tenemos que tener un balance equilibrado entre las cosas materiales y las cosas espirituales. La sabiduría es algo espiritual y no se puede tener si uno no es espiritual porque la sabiduría proviene de Dios.

Cuando nosotros acumulamos riquezas y morimos igual tenemos que dar cuenta de ello. Aquí en la tierra cada año rendimos cuentas a pagar impuestos; es necesario poner en balance y perspectiva lo que Dios quiere para nuestras vidas. 

2)  Ser sabios con el dinero significa valorar el trabajo duro

La Biblia nos habla del trabajo arduo, y de la pereza en Proverbios nos habla que la hormiga es un ejemplo porque se prepara y ¿cómo se prepara? Fuertemente.

Nosotros tenemos que enseñarles a nuestros hijos que sean trabajadores y enseñarles que se deben ganar las cosas no debes regalarles todo, el niño debe saber que las cosas cuestan. Aunque usted tenga dinero ahorrado y se lo pueda dar; haga que él se lo gane  para que aprenda que las cosas no le van a llover del cielo. Ahí hay sabiduría, usted lo cría de una manera inteligente porque ese niño más adelante va a saber salir de los problemas porque ha sido enseñado.

Enséñele a hacer su cama, levantar su ropa, para que cuando se case no tenga problemas y no sea un hombre desordenado. 

Somos creados a imagen de Dios y parte de que somos a su imagen es que somos creativos porque Dios es   Dios creador; por consiguiente tú tienes la capacidad de crear que quizás aún no has descubierto pero que está ahí. Dios nos ha dado a todos la capacidad de ser creativos. No importa lo que tu hagas cuando trabajamos reflejamos la naturaleza divina de Dios donde quiera que estemos. 

3) El trabajo dignifica, las riquezas no son solo para nosotros sino para compartirlas. 

El Señor nos enseña que no seamos como el azadón sólo para nosotros, sino que repartamos lo que tenemos y cuando somos generosos seremos prosperados dice su palabra.

No solo hay que dar por necesidad sino cuando usted ama a una persona, busca compartir lo que tiene con ella.

Cuando damos a los demás lo que Dios nos ha dado, estamos poniendo en práctica y haciendo viva esta palabra.

Nuestra naturaleza es ser acumuladores, nos cuesta dar pero Proverbios nos enseña a compartir.

La capacidad que tenemos de compartir nuestro dinero es la medida de sabiduría que ya hemos acumulado. Si al momento de ofrendar o diezmar sientes que te cuesta hacerlo, porque crees que al hacerlo te vas a quedar sin lo necesario para comer, etc,  pídele a Dios que quite la avaricia de tu corazón, porque Dios siempre nos da lo suficiente. Si no estás administrando sabiamente lo que Dios te da, eso es otro asunto que indica que es necesario  aprender a administrar el dinero.  Ahora bien, cuando uno está endeudado hasta el cuello no es que no quiere dar, es que sencillamente no puede dar; porque esas cadenas están bien amarradas.

Notemos lo siguiente: si somos empleados queremos percibir un buen salario como remuneración a nuestro trabajo, pero si somos empleadores no queremos pagar más a nuestros empleados; y ahí está el problema. Como empleadores debemos pedir a Dios sabiduría para dignificar a nuestros  empleados para que  estén contentos  por la labor que desempeñan.

En vez de solo acumular riqueza, compártela

La primicia es lo primero que sale de la cosecha, y lo mejor, la avaricia es ser tacaño. La avaricia es querer tener más y no querer gastar ni un solo centavo, Proverbios nos dice cómo manejar el dinero para que no sea el dinero el que  nos maneje a nosotros; ya que es Dios quien lo provee para  su gloria.

Un enfoque sabio nos enseña a poner en primer lugar a Dios en nuestra vida financiera.

4) Primicia versus avaricia – honra con tus bienes 

A Dios lo honramos primero, no último. Normalmente toda persona  comienza a sacar primero  para los gastos de la casa , comida, estudios, etc,  y de último para el Señor,  si es que quedo algo se lo damos a Dios, cuando debe ser lo contrario, lo primero que deberíamos apartar es lo que vamos a dar a Dios, y luego disponer de lo que se requiere para todo lo demás.

Dios honra a los que le honran. Él no se queda con nada y a Dios no le vamos a ganar nunca en generosidad. El resultado de que usted sea generoso tiene un impacto tremendo  en el reino. 

Primicia bíblicamente significa el primer rendimiento de la cosecha, Dios todavía merece nuestras primicias y ofrendas, él no ha cambiado, cambian los tiempos, cambian las edades, pero los principios son eternos.

Nuestra posición y dinero provienen de Dios, por lo tanto todo se lo debemos a  él.      

Atentamente,

Pastor Guillermo Ayala

  • Proverbios 16:16 
  • Salmo 24
  • Proverbios 11:4
  • Proverbios 6:6-8
  • Proverbios 11 :24-25 
  • Proverbio 3:9-10

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