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En los momentos de dificultad, es fácil sentirnos abrumados y sin esperanza. Sin embargo, como hijos de Dios, tenemos la certeza de que nunca estamos solos. Nuestra ayuda proviene del Todopoderoso, quien está siempre atento a nuestras necesidades y dispuesto a brindarnos su auxilio. Hoy reflexionaremos en Su Palabra y encontraremos ánimo para seguir adelante.
1. Nuestra ayuda viene del Todopoderoso
Dios es nuestro protector y guía, aquel que vela por nosotros sin descanso. En el Salmo 121, encontramos una profunda seguridad en Su cuidado constante:
- Salmo 121: «Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.»
- Salmo 118:8: «Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.»
- Éxodo 3:1-7: En este pasaje, vemos cómo Dios escucha el clamor de su pueblo y se presenta a Moisés para liberarlos. Así también, Dios escucha nuestras necesidades y se muestra dispuesto a ayudarnos.
Al igual que Moisés, somos llamados a confiar plenamente en Dios. Él nos promete Su auxilio y Su intervención. Cuando ponemos nuestra fe en Él, tenemos la seguridad de que nuestra ayuda viene del mismo Creador del universo.
2. Debemos clamar a Dios por Su ayuda
El Señor nos invita a clamar a Él en nuestros momentos de angustia. No debemos guardar nuestras preocupaciones, sino llevarlas directamente a Su trono.
- Salmo 41:10: «No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.»
- Jeremías 33:3: «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.»
Dios está dispuesto a escucharnos cuando clamamos a Él. Podemos presentarle nuestros problemas y confiar en que Él responderá. No estamos solos, y Su promesa de ayuda es segura.
3. Pídele a Dios ayuda
Cuando enfrentamos situaciones difíciles, podemos presentarnos ante Dios con humildad, reconociendo nuestra necesidad de Su intervención. Nehemías fue un hombre que comprendió la importancia de buscar la ayuda de Dios para enfrentar los retos.
- Nehemías 1:6: «Esté ahora atento tu oído, y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche por los hijos de Israel tus siervos.
Nehemías nos enseña a clamar a Dios con un corazón humilde y arrepentido. Al hacerlo, podemos tener la certeza de que Dios no sólo escucha, sino que también actúa. Su oído está atento a nuestras súplicas y Su respuesta no tarda en llegar.
Atentamente Pastor, Guillermo Ayala
Versículos Bíblicos:
- Salmo 121
- Salmo 118:8
- Éxodo 3:1-7
- Salmo 41:10
- Jeremías 33:3
- Nehemías 1:6
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