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Versículo Base:  2 Pedro 3:1-13

Queridos hermanos, esta es ya la segunda carta que les escribo, en ambas he procurado refrescarles la memoria para que con una mente íntegra recuerden las palabras que los santos profetas pronunciaron en el pasado y el mandamiento de nuestro Señor y Salvador dado por medio de los apóstoles. 

1. Dios es Paciente y Debemos Esperarlo con Paciencia

La promesa de la venida de Cristo puede parecer tardarse, pero este aparente «retraso» es en realidad una muestra de la paciencia de Dios. Él no quiere que nadie se pierda, sino que todos lleguen al arrepentimiento. Reflexionemos sobre la paciencia de Dios hacia nosotros y hacia el mundo, y aprendamos a esperar con esperanza y fe, confiando en que Su tiempo es perfecto. Recordemos también que cada día es una oportunidad para acercarnos más a Él.

¿De qué manera me está llamando Dios a cultivar paciencia en mi vida y en mi relación con Él?

2. Al Esperar Su Venida, Somos Llamados a Purificarnos Mediante el Arrepentimiento

Mientras aguardamos Su regreso, el Espíritu Santo nos invita a revisar nuestras vidas y a limpiar nuestros corazones de todo lo que no esté alineado con Su voluntad. El arrepentimiento genuino no es solo un cambio de pensamiento, sino también un cambio de dirección. Es una oportunidad para recibir Su gracia y caminar en santidad, preparándonos para Su venida.

¿Qué áreas de mi vida necesitan un verdadero arrepentimiento? ¿Cómo puedo comenzar hoy a entregarlas a Dios?

3. El Propósito de la Confesión Regular es Humildad, no Culpa

La confesión de nuestros pecados no es para vivir en la culpa, sino para cultivar una actitud humilde. Reconocer nuestras fallas nos hace depender más de Dios y menos de nosotros mismos. Cuando confesamos, le damos espacio al Espíritu Santo para obrar en nosotros, fortaleciendo nuestra relación con el Padre. Preguntémonos: «¿Qué me quiere mostrar el Espíritu Santo?» y «¿Qué quiere que yo haga?» Así, podemos permitir que Su voz nos guíe en cada aspecto de nuestra vida.

Atentamente Guillermo Ayala

Versículo Bíblico

 2 Pedro 3:1-13 (NVI)