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Lectura Bíblica:
- Salmo 67:2-4: «Para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación. Te alaben los pueblos, oh Dios; todos los pueblos te alaben. Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás los pueblos con equidad, y pastorearás las naciones en la tierra.»
- Mateo 28:18-20: «Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.»
- Filipenses 2:8-9: «Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre.»
La Gran Comisión no es solo una orden, es un llamado a ser sazonados con la esencia del Evangelio, llevando a todas las naciones el mensaje transformador de Cristo. Tal como el salmista expresa en el Salmo 67, nuestra misión es que los pueblos conozcan el camino de Dios y experimenten su justicia y pastoreo.
Jesús nos modeló este propósito a través de su obediencia. En Filipenses 2, vemos cómo se humilló por amor a nosotros, mostrando la actitud que debemos adoptar al cumplir la Gran Comisión: una disposición de servicio, sacrificio y amor.
El mandato de Mateo 28 nos envuelve en una misión que trasciende fronteras, cultura e idioma. Nuestro llamado es proclamar el Evangelio y discipular a otros, enseñándoles a vivir conforme a la Palabra. Este mandato no depende de nuestra capacidad, sino de la autoridad de Cristo, quien está con nosotros hasta el fin.
- Ora por las naciones: Pide a Dios que te dé un corazón compasivo hacia los perdidos y te muestre cómo participar en su misión global.
- Sé intencional en tu contexto: Comparte la esperanza del Evangelio con quienes te rodean, ya sea en tu familia, trabajo o comunidad.
- Actúa con humildad: Siguiendo el ejemplo de Cristo, permite que tu vida sea una muestra de su amor y gracia.
Oración:
Señor, queremos ser sazonados con tu amor y obediencia para cumplir la Gran Comisión. Ayúdanos a proclamar tu salvación con valentía, a vivir con humildad como lo hizo Jesús, y a ser luz en este mundo. Que nuestras vidas reflejen tu gracia y verdad. En el nombre de Jesús. Amén.
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